Una protesta de Attac Francia en la puerta de una tienda de Apple
Las multinacionales pagan un 20% menos de lo que deberían, según las Naciones Unidas
Cada año en el mundo las arcas de los estados dejan de ingresar unos 462.000 millones de euros en concepto de impuestos sobre los beneficios obtenidos por las multinacionales en su territorio. No es que el dinero se haya esfumado. Simplemente, gracias a una estrategia de ingeniería fiscal muy agresiva, estas grandes empresas trasladan sus ganancias de forma artificial a sus filiales ubicadas en países de baja tributación.
Hablamos de elusión fiscal. Sobre el papel estas operaciones no constituyen prácticas ilegales en sentido estricto. Tampoco entran en juego necesariamente los llamados paraísos fiscales, sino estados que ofrecen un tratamiento tributario muy favorable. En Europa, por ejemplo, los casos más conocidos son los de Irlanda y Holanda.
El mecanismo habitual de transferencias tiene lugar mediante el esquema de las comisiones. Por ejemplo, se da una empresa con sede en Dublín que se queda los beneficios obtenidos en España, pagando a su filial española un porcentaje mínimo sobre los mismos. Por efecto de este traslado contable, las ganancias tributarán así en el país de la empresa madre, que disfruta de tipos inferiores a los españoles.
En Europa, los casos de elusión fiscal más conocidos son los de Irlanda y Holanda
Estos cálculos son el fruto de las investigaciones de Alex Cobham, de la red Tax Justice Network y del académico checo Petr Jansky, que publicó esta semana el Instituto de Investigación Económico de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU-Wider) en Helsinki. Los autores han revisado los parámetros usados por el FMI y el balance final indica que el país que más pérdidas fiscales sufre, en términos absolutos es EE.UU., con 166.000 millones de euros, porque sus compañías, multinacionales de gran tamaño, son las que más recurren a estas prácticas de elusión.
En cambio, los estados más penalizados, en términos de porcentaje de pérdidas fiscales sobre el total de los ingresos tributarios que recaudan cada año, son los países en vías de desarrollo, ubicados en su mayoría en África ya que tienen unas administraciones con escasos recursos para vigilar las declaraciones empresariales. Allí el fisco recauda entre un 12 y un 40% menos.
En lo que se refiere a España, las pérdidas para el fisco llegan a los 5.500 millones dólares (5.000 millones de euros) anuales. Se estima que el impuesto de sociedades recauda un 20% menos de lo que debería. El país sufre, por efecto de la estrategia fiscal llevada a cabo por las multinacionales, una disminución del 0,4% de su PIB cada año.
El mecanismo habitual de transferencias tiene lugar mediante el esquema de las comisiones
Estos datos alimentan la reciente polémica sobre cuánto pagan las empresas en impuesto de sociedades en España. Según Hacienda, los grupos consolidados tan sólo tributarían a un tipo efectivo del 7% sobre el resultado contable gracias a la ingeniería fiscal, mientras que la AEDAF Asociación Española de Asesores Fiscales sostiene que si se considera la base imponible el porcentaje sube a más del 26%. En todo caso, las firmas grandes pagan menos que las pequeñas.
“Es un fenómeno que caracteriza a la mayoría a las grandes sociedades, porque las pymes no tienen la capacidad para efectuar operaciones fiscales tan complejas”, puntualiza José María Mollinedo, secretario del sindicato de Técnicos de la Agencia Tributaria.
La OCDE en el último año ha llevado a cabo una iniciativa para que las empresas paguen impuestos en el mismo país donde se obtengan beneficios. Uno de los objetivos es que los Estados informen en detalle de la actividad llevada a cabo por las multinacionales en su territorio.
Es un fenómeno que caracteriza a la mayoría a las grandes sociedades, porque las pymes no tienen la capacidad para efectuar operaciones fiscales tan complejas”
José María Mollinedo, Secretario del Sindicato de Técnicos de la Agencia Tributaria
“En la práctica las administraciones fiscales no tienen mucha capacidad de intervención, ya que no se trata de operaciones ilícitas. Pero creemos que las multinacionales deberían ejercer también una responsabilidad social al pagar sus impuestos, con lo que una vía sería que los ciudadanos tuvieran acceso a estos datos para hacer presión”, subraya Mollinedo.
La parálisis normativa ha llegado al extremo que el único organismo que hasta ahora ha decidido tomar cartas en el asunto ha sido la Comisión Europea, bajo el pretexto que estas prácticas atentan a la competencia en el mercado único. A la espera de que se resuelva un recurso judicial, Bruselas exigió a Apple que asumiera unos 13.000 millones de euros en impuestos que evitó pagar al aprovecharse del bajo régimen fiscal irlandés.
Piergiorgio M. Sandri, Barcelona, 26/03/2017