Esta entrada en el blog tiene vocación de foro de debate acerca de los motivos de la crisis que sufre el sector de los medios de comunicación. No es tan solo una cuestión corporativista para los que nos dedicamos a este sector, también es un problema para el conjunto de la sociedad. Sin medios robustos e independientes no puede haber democracia.
Expongo una serie de motivos que considero relevantes para entender lo que está sucediendo, no están ordenados por importancia, algunos se vinculan entre ellos y puede que me haya dejado alguno que no llego a vislumbrar.
Internet: la mal denominada ‘cultura del todo gratis’, siempre ha habido información y cultura de manera gratuita –se llaman bibliotecas-. Más bien diría que el acceso masivo a la información hace tambalear el modelo de negocio del pasado. También se han modificado los hábitos en el consumo de noticias por parte de los lectores: menos profundidad y más inmediatas.
Cultura de la Transición: este término acuñado por el periodista Guillem Martínez hace referencia a la predominancia de la estabilidad política por encima de la calidad democrática con la que nació la democracia en España. Una ilusión de diversidad ideológica traducida en los dos medios escritos más importantes: El País y El Mundo. Reflejo de bipartidismo. Ahora que las grietas de la estabilidad muestran las deficiencias democráticas del Estado, se traduce en una sociedad que ya no se cree nada, y sin credibilidad la prensa está muerta.
Publicidad: se estima que los ingresos por publicidad han caído alrededor del 50%-60% desde 2008, el año en el que la crisis salió a la superficie. Pero la publicidad no sólo es un problema si caen los ingresos, los grandes anunciantes quieren control editorial: “Cuando se descubrió que la información era un negocio, la verdad dejó de ser importante” – Ryszard Kapuściński. Las grandes marcas también han socavado la credibilidad de unos medios que se han dejado socavar.
Medios públicos: gobiernos locales, autonómicos y centrales se han dedicado a hipertrofiar sus propios medios de propaganda. Distorsionando la necesidad de medios públicos e independientes. TeleMadrid, TV3, Canal 9…plantillas gigantescas al servicio de determinados partidos. Desde que se inventó la imprenta, la libertad de prensa es voluntad del dueño de la máquina. Un colapso gigantesco en forma de EREs y un giro de tuerca más en la credibilidad de la profesión.
Opinadores: si se hace un seguimiento de algunos tertulianos es físicamente imposible estar al día de tantos temas y a la vez estar opinando a todas horas. Los medios han sustituido la información por opinión, más barata, más dada a la cultura del espectáculo. Pseudodebates políticos en horarios de máxima audiencia que distorsionan aún más la realidad y que se acercan más a la Teoría de la Manipulación de Noam Chomsky que a la obligación de informar a la sociedad.
Precarización: las redacciones se vacían de profesionales y se llenan de becarios –deben de estar, pero aprendiendo-. Si el periodismo es más un oficio que una carrera, se aprende con los años. Desaparecen documentalistas, los redactores tienen que sacar tres, cuatro, cinco noticias al día. Sin tiempo a contrastar, sin tiempo a dudar, se fusilan noticias que llegan de las agencias de noticias. Más de 10.000 periodistas han perdido el empleo desde 2008 solo en España.
Censura: es cierto que hay leyes que garantizan la libertad de expresión y de prensa, pero también es cierto que existe cierto paternalismo de las élites hacia las clases populares a la hora de explicar la toma de decisiones. La consecuencia son ruedas de prensa sin preguntas, comparecencias vía plasma, preguntas pactadas o respuestas vagas que derivan en un empobrecimiento de la profesión de periodista y deterioro de la democracia.
También hay motivo para la esperanza dentro del sector periodístico. Numerosos medios están naciendo o se han fortalecido en los últimos años. Encontramos ejemplos de medios autogestionados, alternativos y antisistema como La Directa o Diagonal Periódico. Revistas mensuales de enorme calidad y grandes firmas como la conservadora Jot Down Magazine. Medios creados de forma cooperativa por periodistas despedidos de otras cabeceras como El Diario o La Marea. O revistas de sátira política como Mongolia.
“El derecho de libre expresión cuando nadie contradice al gobierno, la libertad de prensa cuando nadie está dispuesto a formular las preguntas importantes, el derecho de reunión cuando no hay protesta, el sufragio universal cuando vota menos de la mitad del electorado, la separación de la Iglesia y el Estado cuando no se repara regularmente el muro que los separa.
Por falta de uso, pueden llegar a convertirse en poco más que objetos votivos, pura palabrería patriótica. Los derechos y las libertades o se usan o se pierden” Carl Sagan
‘Carlos Alcoba, miembro de Attac Catalunya’