Cinco razones por las que los paraísos fiscales provocan empobrecimiento

Se calcula que en el 2007 había escondidos en guaridas fiscales unos 7 billones de dólares el 9,8% del PIB mundial.

En España se estiman ocultos en guaridas fiscales unos 120.000 millones de dólares, esto es el 12% del PIB nacional

Hace unos años al hablar de Paraísos Fiscales o Guaridas Fiscales (prefiero ese nombre) se entendía que eran lugares como Suiza o Luxemburgo, donde algunos ricachones guardaban su dinero sin más trascendencia.
Pero después supimos que en esas guaridas fiscales también guardan su dinero los narcos, los terroristas, los traficantes de armas y traficantes de personas, pero no se relacionaba con nuestros evasores ínclitos empresarios ni con ‘personas de bien’.
Después hemos sabido que lo que hacen las guaridas fiscales básicamente es ocultar quién es el propietario de dinero o acciones por razones de seguridad (dicen), pero la realidad es que es para no pagar impuestos. De ahí lo de Paraíso Fiscal o Guarida Fiscal.
Es evidente que las guaridas fiscales producen beneficios económicos a quienes tienen sus cuentas en ellas, que se escapan de pagar la parte de la factura de impuestos que les corresponde en el contrato social con su país, y así van contra el sistema. Ellos son los anti-sistema.
Un reciente estudio del National Bureau of Economic Research señala que la cifra que se calcula estaba escondida en guaridas fiscales en 2007 era el 9,8% del PIB mundial: unos 7 billones de dólares. En el caso de España se estiman ocultos en guaridas fiscales unos 120.000 millones de dólares, esto es el 12% del PIB nacional. Todas las empresas del IBEX 35 tienen filiales en guaridas fiscales, (hasta llegar a ser 1.285), entre las que destaca el Banco de Santander con cerca de 216 firmas participadas.

Las guaridas fiscales crean pobreza al menos por 5 razones:
1. Sirven a todas las entidades, empresas y personas que no quieren que se sepa que poseen bienes ocultos, escondidos en cuentas opacas, sobre todo para no tener responsabilidades de ningún tipo, civil, penal y especialmente fiscal, lo que impide a los gobiernos exigirles responsabilidades por el impago de impuestos. Por eso los Estados tienen menos recursos y son más pobres.
2. Solo hay una forma de equilibrar la desigualdad de los más desfavorecidos: para que tengan todos oportunidades de formarse y mejorar su vida son necesarios los recursos públicos de educación, sanidad, dependencia… pero para eso se necesitan ingresos públicos, que se paguen impuestos. Las guaridas fiscales extienden un velo sobre cuentas corrientes y depósitos que impiden su inspección por Hacienda, permitiendo no declarar esos bienes y no pagar impuestos por los beneficios obtenidos.
3. En los paraísos fiscales se esconden la mafia, la trata de personas, la venta ilegal de armas, el narcotráfico, el terrorismo y delincuencia en general, también causantes directos del empobrecimiento de las poblaciones.
4. Los países cuyas empresas y grandes fortunas esconden sus bienes y beneficios en guaridas fiscales para no pagar impuestos, crean sin embargo instrumentos (en España SICAV o ETVE) para captar grandes patrimonios reduciendo sus impuestos además de otras ventajas fiscales, que de nuevo causan que se reduzcan los ingresos públicos. Y con menos recursos públicos no hay reparto equitativo de riqueza por medio de los gastos sociales, lo que también repercute empobreciendo a los más débiles.
5. Cuando se reduce el presupuesto del Estado, porque hay menos ingresos por no pagar impuestos personas o empresas que tienen sus bienes en guaridas fiscales, otras personas han que pagar más impuestos (por ejemplo, subiendo el IVA) para atender necesidades del presupuesto nacional, haciéndolas más pobres mientras otras se quedan sin los servicios correspondientes de sanidad o educación, lo que también las hace más pobres.
Por todo lo anterior cada vez son más las voces que piden la eliminación de las guaridas fiscales. Tanto la OCDE como la Unión Europea y también España elaboran listas de paraísos fiscales para tratar de reducir el daño que provocan a todos los países, ya aunque su eliminación de golpe en la actualidad es casi imposible, al menos entre todos hemos de reducir el daño que provocan al empobrecernos. Un buen ejemplo de lo que se podría hacer es la respuesta del diabético a la diabetes: tal vez no pueda por ahora curar la enfermedad, pero sí reducir el daño que causa.

Miguel Gorospe | Miembro de la Plataforma por la Justicia Fiscal
Publicado en “nuevatribuna.es” el 3 octubre 2017

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