Si fueras un residente del mundo, ¿dónde preferirías vivir? ¿En una nación con impuestos altos, pero con notables servicios sociales? ¿En un país con reducida presión fiscal, aunque sin grandes recursos públicos a los ciudadanos? ¿O en un enclave de baja tributación; es decir, en un paraíso impositivo donde personas físicas, empresas y fondos con patrimonios familiares acuden para eludir sus obligaciones con Hacienda?
Público 07/08/2017 Diego Herranz
Medir el grado de tributación de los países, territorios y enclaves del mundo nunca ha sido tarea fácil. Estadísticamente, una de las mejores tablas de valoración es la comparación de los tipos impositivos de los distintos gravámenes fiscales. Desde las rentas personales a la fiscalidad de las corporaciones, pasando por la tributación indirecta, IVA, carburantes, alcohol u otros. Pero la cuestión se complica si se entra a calibrar y evaluar el sistema de deducciones y exenciones que cada autoridad fiscal establece sobre las bases imponibles. O con la irrupción de tributos de nuevo cuño como los vinculados a la preservación del medio ambiente.
Aun así, los esfuerzos comparativos son ilustrativos. Uno de ellos es el que realiza la OCDE sobre las rentas personales. Según sus cálculos, estos son los cinco países con tributación más alta y sus cinco antagónicos, los de menor presión fiscal. Con una directriz común: media impositiva de sus respectivos IRPF, con salario promedio del país, para una declaración individual de un contribuyente sin hijos.
Tributos personales más altos en países industrializados
Bélgica: tributación del 42%
El modelo tributario progresivo belga tiene un tipo impositivo máximo del 50%. Grava las propiedades, rentas de trabajo, inversiones y un abanico de fuentes impositivas. En cuanto a las ganancias de capital, su fiscalidad varía dependiendo del tipo de inversiones y plusvalías generadas. Los empleados también pagan un tributo a la Seguridad Social del 13,07% de sus retribuciones. Permite la deducción por gastos empresariales, por las contribuciones sociales y pagos por pensiones alimenticias, por ejemplo.
Alemania: tributación del 39,7%
Su modelo progresivo para rentas y capitales tiene un tope del 45%. Con deducciones por labores agrícolas, forestales, negocios particulares, empleo, autoempleo, ahorros e inversiones. También por alquileres y ganancias de capital. Los primeros 801 euros de ahorros e inversiones están exentos y retenciones del 25% sobre intereses y dividendos y del 15 sobre derechos de autor y royalties. Rentas de hasta 8.652 euros se consideran subsidios personales. Deducciones por planes de pensiones, seguros de salud y vida y por prestaciones de desempleo. También por donaciones que estén registradas en un archivo oficial de filantropía. Las iglesias deben tributar un 8% o un 9% por un impuesto de culto específico.
Dinamarca: tributación del 36.1%
También con modelo de progresividad. El tipo máximo es del 55,8%, aunque la media de este tributo sea del 45%. Los daneses pagan un 8% como contribución a su mercado de trabajo, un 5% a su sistema sanitario y entre un 22,5% y un 27,8% en tributos locales. Además de aportaciones a la Seguridad Social de 1.080 coronas danesas (140 euros) por año y un gravamen sobre las ganancias de capital de entre el 27% y el 42%. Hay unas deducciones sobre dividendos y royalties del 25%.
Dinamarca grava las rentas del trabajo, las retribuciones variables y otros beneficios complementarios, las rentas empresariales, tarifas, pensiones, rentas inmobiliarias y establece una tributación voluntaria de entre el 0,43% y el 1,40% a las iglesias. Deduce por contribuciones mínimas de pensiones, seguros de desempleo, intereses de deuda, contribuciones benéficas, gastos no reembolsados por viajes de trabajo y por segunda residencia.
Austria: tributación del 34.9%
Tope de gravamen del 55% sobre las rentas personales. Inversiones y ganancias de capital tienen una fiscalidad del 27,5%. Austria dispone de créditos fiscales automáticos, basados en el número de residentes familiares con retribuciones laborales, además de por viajes relacionados con el trabajo y por el número de hijos. Determinados gastos profesionales y por cuidado de niños en edad educativa resultan deducibles.
Hungría: tributación del 34.5%
Tiene un sistema de fiscalidad personal único, no progresivo. Del 16%. En apariencia, un modelo de baja tributación, pero no es así. Porque se aplica sobre todas las rentas, lo que eleva considerablemente la presión fiscal. Rentas pasivas de fuentes como los dividendos, los intereses o las rentas de propiedades también tributan. Sólo establece deducciones por prácticas profesionales, gastos de viajes laborales y por hijos.
El escenario cambia para familias con dos hijos
En cambio, el escenario cambia para familias con dos hijos. Estos son los resultados según los expertos de la OCDE:
Turquía: 25,8%. Las deducciones bajo estas circunstancias familiares incluyen gastos médicos y educativos. Pero se grava entre el 15% y el 35%.
Dinamarca: 25,3%. Por pagos inmobiliarios, sucesiones y donaciones, que superan la presión de exenciones y deducciones.
Finlandia: 25,2%. Su tributo progresivo, sin descuentos impositivos, alcanza en esta categoría el 31,75%.
Holanda: 23,8%. Categoriza los gravámenes en tres categorías: salarios, beneficios por niños, pensiones y propiedades; rentas empresariales y ahorros e inversiones. Cada una de ellas tiene deducciones, créditos y exenciones. Su progresividad grava entre el 36,5% y el 52%. Los matrimonios deben presentar declaración conjunta, a menos que se divorcien.
Noruega: 23%. Concede beneficios fiscales por pagos de intereses y deudas, créditos fiscales a la infancia y gastos documentados a menores de 12 años, aunque sujetos al número de hijos. También para menores de 34 años por ahorros para la compra de vivienda.
Países OCDE con menor presión fiscal
La radiografía que la OCDE consigna como los países con menor tributación individual a lo largo de esta década es la siguiente, a tenor de lo que denomina ‘presión fiscal agregada’ o ratio entre el total de ingresos fiscales en relación al PIB.
México: tributación del 21.1%
Sus estimaciones hablan de una ratio del 21,1%. KPMG lo clasifica como el mejor lugar para hacer negocios por sus amplias deducciones fiscales. Además de por sus bajos niveles retributivos y su reducida renta per capita.
Turquía: tributación del 23.5%
Su ratio es del 23,5%. Sube por encima de México por un IVA único del 18% y por el elevado número de impuestos indirectos.
Corea del Sur : tributación del 26,6%.
Mantiene su presión en el 26,6%.
Estados Unidos: tributación del 26,9%
Hasta el 26,9%. Debido a las deducciones, la inexistencia de IVA o de impuestos nacionales sobre las ventas al consumo.
Irlanda: tributación del 28,3%
En el 28,3%. El modelo irlandés de baja tributación a empresas se ha revelado como portentoso en épocas de bonanza, con ingresos masivos de una multiplicidad de compañías, mayoritariamente multinacionales y del sector tecnológico, pero ruinoso en fases recesivas, como la que provocó, por la crisis de 2008, el rescate europeo del país.
En la última década, seis billones de dólares procedentes de actividades ilícitas fueron desviados de países en desarrollo a paraísos fiscales y bancos de países ricos.
Paraísos y centros offshore, la baja tributación
Otras fuentes de información, como la de la consultora Trading Economics, que indaga en los sistemas de socios ajenos a la OCDE (todos con el rango de economías industrializadas), modifica la lista de esta institución multilateral. No sólo por incluir a mercados en desarrollo y emergentes, sino porque eleva en el ranking a naciones como Portugal o Japón. Basados en datos de sus IRPF’s.