¿Se puede seguir así mucho tiempo más?

No es que el sistema capitalista propicie la igualdad social, al contrario, su historia es la de la creciente polarización hacia la desigualdad social y la división entre enriquecidos y empobrecidos, pero en los últimos treinta años el modelo neoliberal que ha imperado en el planeta ha propiciado un agravamiento de la tendencia a polarizar y acentuar la desigualdad social y, por consiguiente, la división de la sociedad, a escala global y nacional, en enriquecidos, los muchos menos, y empobrecidos, los muchos más.

¿Cómo lo ha hecho?  ¿De qué manera el modelo neoliberal capitalista  ha logrado o está logrando que en el mundo, en general, y en los países ricos, en particular, una minoría se enriquezca aún más y una mayoría se empobrezca o esté en vías de hacerlo?

Básicamente de dos formas:

La primera, ampliando continuamente la esfera de la propiedad particular de la riqueza, sumando a la riqueza privada la riqueza pública, mediante la política de la privatización de lo público.

La segunda, y con la inestimable ayuda de los paraísos fiscales, imponiendo modelos tributarios regresivos en los que los enriquecidos gozan de privilegios fiscales que les permiten tributar proporcionalmente menos que los empobrecidos o en vías de serlo, que proporcional y absolutamente tributan mucho más.

De esa forma es como en los últimos treinta años se han agravado las diferencias entre una minoría capitalista, cada vez más rica, y una inmensa mayoría no capitalista, cada vez más pobre.

¿ Se puede seguir así mucho tiempo más?

El modelo neoliberal ha probado, sí, su eficiencia para enriquecer a unos pocos y empobrecer a otros muchos. En dólares, fortunas, en primer lugar, de decenas de miles de millones y de miles de millones y, después, de cientos de millones, de decenas de millones y de cientos de miles, de los menos, ¿del 1% al 10% de la población mundial?

¿ Y el resto del mundo?

Un porcentaje que quizá pueda cifrarse todavía en un 40% percibe ingresos, miles de dólares, decenas de miles de dólares, que les permiten vivir razonablemente bien e, incluso, con holgura y sobrado bienestar. Pero un 50%  como mínimo, la mitad de la humanidad, malvive con unos pocos cientos de dólares anuales en un escenario de pobreza extrema, de pobreza, de hambre y de desnutrición.

¿Se puede seguir tolerando esa situación?

Para el 90% o más de la población mundial y especialmente para ese 50% que vive en la pobreza es perentorio revertirla.

¿Cómo hacerlo?

De dos maneras:

Primera. No teniendo reparo en construir y reconstruir la riqueza pública anteriormente privatizada, mediante nacionalizaciones y desprivatizaciones.

Segunda. Estableciendo modelos tributarios progresivos para que las rentas del capital tributen de acuerdo con su riqueza y, simultáneamente, emprendiendo una lucha sin cuartel contra los paraísos fiscales hasta lograr su desaparición.

En 2012 cuando la crisis capitalista ha demostrado ser una auténtica crisis sistémica, las fuerzas más poderosas de esa élite capitalista mundial se reúnen una vez más en Davos ( Suiza ) para tratar del futuro. Significativamente este año toca hablar de, » La gran transformación, diseñar nuevos modelos». Llama la atención, por un lado, el eufemismo de llamar a la gran recesión o depresión, transformación y , por el otro, que siendo conscientes del agotamiento del modelo liberal se apresten a buscar los nuevos modelos capitalistas que lo reemplacen.

La inmensa mayoría de la humanidad, advirtiendo que la élite no contará para nada con ella, también debería buscar el modelo que más le conviniera.

¿Qué hacer ?

Para empezar, obligar a pagar a los más enriquecidos los impuestos que en justicia les corresponda y suprimir los paraísos fiscales, construir-reconstruir una riqueza pública sólida que coexista con una riqueza privada que no pretenda imponer su interés al interés general, y optar, sin ninguna vacilación, por el desarrollo sostenible integral, pasos que apuntarían todos en la buena dirección.

Francisco Morote Costa

Las Palmas de G. C. Enero 2012

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