Excelentísimo y Muy Honorable Sr. Mariano Rajoy Brey
Presidente del Partido Popular y Presidente del gobierno español
Hemos sabido por su Secretaria General, la muy honorable Sra. Dolores de Cospedal, su disposición a auditar las cuentas del Partido, para demostrar la limpieza de su trayectoria y la honradez inmaculada de sus dirigentes.
Hace falta.
Nuestro régimen político, que blasona de democracia, tiene tales deficiencias, que continuamente aparecen cargos públicos encausados en procesos de corrupción (se habla de hasta 300 casos). Y eso a pesar de que no resulta nada fácil detectar tales circunstancias, pues uno de los déficit fundamentales del régimen es, precisamente, la falta de transparencia en la financiación de los partidos políticos, tal como denuncian sistemáticamente organizaciones internacionales, tan poco sospechosas de radicalismo como es el Consejo de Europa.
Como estamos seguros de su buena fe al respecto y no pensamos que se trate de una nueva forma de usar la aguja de marear, hasta tanto se olvide la gente (que será ciudadanía, en cuanto se solucionen las deficiencias del régimen, que de este modo será democracia) de las fundadísimas sospechas de la opinión pública que en este momento gravitan sobre el Partido.
Dado que, entre nuestros asociados, contamos con algunos profesionales, economistas, contables y expertos en derecho y finanzas, y que mantenemos contacto con los movimientos sociales que debieran constituir la columna vertebral de la sociedad civil, nos ponemos a su disposición para hacer efectiva dicha auditoría.
Por supuesto que -estamos del todo convencidos-no tratarán Vds. de vender la moto a la ciudadanía, con un paripé en el que fueran juez y parte. Una pretendida auditoría que realizaran Vds. mismos, lo cual, naturalmente, no despejaría las dudas, y, probablemente, tampoco llegaría a detectar las deficiencias, las fallas, las faltas y los delitos, como no los detectaron las presuntamente realizadas, en la época del tesorero, presuntamente no tan honorable, Sr. L.B. o Luis Bárcenas.
Y, claro, la necesidad de transparencia, que refleja esa súbita y meritoria toma de conciencia por parte del Partido, también debiera de extenderse a las cuentas aún más importantes del Estado y de la deuda externa. Respecto de esta última ya existe una iniciativa de la sociedad civil, que Vds., sin duda desconocen, pues, en otro caso, se habrían apresurado a ponerse en contacto con los mismos para ofrecerles todas las facilidades, con el fin de que puedan cumplir esa función que ha devenido tan imprescindible.
A la espera de sus gratas noticias [que seguiremos] muy atentamente,